Estos son los temas que trataré en esta edición:
🕴️ Slenderman de la taronja
🤷♂️ Dudas sobre la próxima entrada
💭 Síndrome de la página en blanco
Antes de comenzar, quisiera pedirte que, si conoces a alguien a quien pueda interesarle alguno de estos temas, le pases este boletín, me ayudarás un montón haciéndolo.
🕴️ Slenderman de la taronja
Este sábado estuve cenando en una alquería en medio de un campo de naranjos. En un momento dado, me escapé del gentío y me adentré en el huerto. Aquello me trajo recuerdos de cuando se popularizó el juego de Slenderman y nos dio por jugarlo en vivo en un huerto similar.
Bueno, como tengo un amigo que gusta de hacer reportajes creepy cada vez que sale a pasear de noche, pero últimamente tiene problemas de espalda y no puede hacerlo, me tomé la libertad de tomar su papel por una noche.
Que te mejores.
🤷♂️ Dudas sobre la próxima entrada
Tengo pendiente empezar esta semana una entrada para la sección de Mazmorra de las Pifias del blog. Aunque tengo bastantes temas, hay dos de los que me apetece escribir y no puedo decidirme. ¿Me echas una mano?
¿Debería escribir sobre los tipos de mesa de juego que hay en el rol? ¿O hablar de las mecánicas de interpretación?
💭 Síndrome de la página en blanco
El pasado viernes me encontraba en la cena de navidad de mi gimnasio y conocí a un par de personas interesadas en la escritura. Surgió este tema ¿cómo lidiar con la temida página en blanco?
Ya seas un escritor de ficción o no, te vas a encontrar con esta situación algún momento. Algunas personas dicen que para lidiar con ello cogen el coche, salen de la ciudad y se van a pasar un rato en la naturaleza, otras meditan, algunas se pasan al papel para que escribir se vuelva algo más orgánico, he escuchado también que va muy bien eso de ir a presumir de MacBook a una cafetería cara.
Está muy bien hallar la inspiración rompiendo la burbuja menguante que nos tiene atrapados frente a nuestro ordenador escribiendo y escribiendo. La pantalla es por lo general una zona de confort. ¿Dónde vamos a estar mejor que en esa interfaz entre nuestro cuerpo y nuestra mente digital? Pues resulta que ese confort deja de serlo cuando la página está en blanco y el cursor parpadea. Cada vez que desaparece y reaparece es un latido de nuestra desesperación, tic, tac, tic, tac, los minutos pasan y seguimos sin avanzar, como aquel incapaz de soportar el silencio en una reunión, decimos lo primero que se nos pasa por la cabeza para llenar el silencio y lo borramos inmediatamente después. ¿Quién querría estar ahí?
La página en blanco, la pantalla con el cursor que parpadea, no es confortable, no estamos a gusto. Buscamos una escapatoria: Redes sociales, dar un paseo, tomarse un café, tic, tac, tic, tac. Vuelves a casa y el contador de palabras sigue a cero, sigues avanzando y retrocediendo. Nada es perfecto. Hasta que te hartas y si tienes esa suerte te puedes permitir el lujo de conformarte con la mejor de tus peores ideas.
Debes ser consciente de que la única forma de escapar de ese cursor que te juzga con su parpadeo es escribir, lo que sea, aunque sea insatisfactorio, ya lo corregirás más adelante. Por una vez, hablar para rellenar el silencio es mejor que no decir nada. Que irónico es el mundo de la escritura, ¿verdad?
Date ese paseo, sal a caminar al monte, tómate el café, escribe a mano, pero hazlo porque te gusta, porque es algo que disfrutas, porque te apetece y te hace feliz.
Pero cuando debas enfrentarte a la página en blanco, escribe, que no te hará daño.
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Muchas gracias por leerme.